Durante siglos, la serpiente ha sido vista por muchas personas como símbolo de engaño, maldad o peligro. Esta percepción tiene raíces profundas, especialmente en el relato del Génesis, donde la serpiente aparece como el animal que tienta a Eva y es luego maldecido por Dios.
Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias... sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida. (Génesis 3:14)
Este pasaje ha marcado nuestra cultura y alimentado el miedo y el rechazo hacia estos animales. Sin embargo, la Biblia no se queda allí. A lo largo de las Escrituras, la figura de la serpiente evoluciona, y en algunos relatos aparece como instrumento de sanación, protección y símbolo de salvación.
La serpiente de bronce: símbolo de sanación y obediencia
En el libro de Números, cuando el pueblo de Israel es atacado por serpientes venenosas en el desierto, Dios ordena a Moisés fabricar una serpiente de bronce y colocarla en un asta:
Hazte una serpiente ardiente y ponla sobre un asta; y cualquiera que fuere mordido y la mirare, vivirá. (Números 21:8)
Aquí, la serpiente deja de ser símbolo de mal y se convierte en instrumento de salvación. La cura vino precisamente del mismo símbolo que representaba la amenaza. Así también ocurre en la medicina moderna, donde el antiveneno que salva vidas es producido a partir del mismo veneno de serpiente.
Incluso en el Evangelio de Juan, este pasaje es citado como figura de Cristo:
Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado. (Juan 3:14)
Esto resignifica profundamente el papel de la serpiente: no como enemiga, sino como parte del plan de redención y enseñanza.
🧬 Reconociendo su valor hoy: entre la fe, la ciencia y la vida
Así como la serpiente de bronce fue elevada para dar vida, hoy estamos llamados a elevar nuestra conciencia y comprensión sobre la importancia de estos animales.
Las serpientes, lejos de ser malvadas, cumplen funciones ecológicas vitales: controlan plagas, forman parte de la cadena alimenticia, y sus venenos han permitido desarrollar medicamentos y antídotos que salvan vidas humanas.
En la Fundación Vivarium, trabajamos con respeto, ciencia y educación para proteger a las serpientes y a las personas. Y lo hacemos no desde el miedo, sino desde la verdad, la prevención y el amor por la creación.
Creemos que la fe y la ciencia pueden caminar juntas, y que cuidar la vida—toda vida—es un acto de gratitud hacia Dios, que nos ha confiado la administración de este mundo natural.
🙏 Convivencia, no confrontación
La Biblia no niega la existencia del peligro. Pero nos enseña que el conocimiento, la obediencia y la fe son claves para transformarlo en vida. Así también hoy, al aprender sobre las serpientes, al respetar su hábitat, y al educar a las comunidades, convertimos el miedo en sabiduría, y el peligro en prevención.
Mi pueblo perece por falta de conocimiento. (Oseas 4:6)
Que este llamado nos inspire a conocer más, a temer menos, y a honrar a la creación en todas sus formas, incluso en aquellas que por siglos hemos temido.
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